18 de Octubre de 2018

Estreno de 'Irene i la terra adormida', de Francesc Vicens y Lucia Pietrelli, en el Principal

La función será el jueves 1 de noviembre, a las 18 horas, en la Sala Grande

Un proyecto de la Fundació Mallorca Literària con dirección y contenidos de Carme Castells y Joana M. Sierra


El Teatre Principal de Palma acogerá el próximo jueves 1 de noviembre, a las 18 horas, el estreno de la cantata Irene i la tierra adormida, una obra con música de Francesc Vicens y textos de Lucia Pietrelli.

Irene i la tierra adormida es un ambicioso proyecto que nace de la propuesta del musicólogo y compositor Francesc Vicens de crear una obra a partir del proyecto Tradicionari de Mallorca, de la Fundació Mallorca Literària. Fruto del trabajo conjunto de Vicens con el equipo técnico y directivo de la Fundació Mallorca Literària, se concretó la creación como una composición original entorno a la vida y la muerte, en base a documentación propia del tradicionario de Mallorca y documentación de rituales de otras culturas del mundo.

La cantata ha sido creada conjuntamente por Francesc Vicens (música) y la escritora Lucia Pietrelli (letra), con Carme Castells y Joana Maria Serra en asesoramiento de documentación y contenidos. En el apartado visual hay que destacar las obras del artista Ricard Chiang, que contribuyen a crear la atmósfera poética y establecen un diálogo con el resto de elementos del proyecto.


Con dirección escénica de Joan Fullana, la cantata será interpretada por la Coral Juvenil de Joventuts Musicals de Palma, con dirección de Santi Francia, y de los músicos Esteban Belinchón (violonchelo), Clàudia Sánchez (oboe), Pere Dàvila (percusión), además del propio Francesc Vicens (piano), y por Mercè Sancho de la Jordana, Héctor Seoane y Maria Rosselló, en la parte actoral.


La obra parte de un paralelismo  que se da cada año por noviembre: mientras se siembra y se entierran las semillas que darán fruto y flor en los próximos meses, los muertos abandonan su lugar bajo tierra para salir y volver al mundo de los vivos durante toda una noche. Este doble movimiento -la semilla entra y los difuntos salen- constituye el primer aliento de la obra que persigue los pasos de Irene, una niña difunta que en la Nit de les ànimes vuelve a salir pasando por unas cuántas peripecias.


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