Lo demostró en La Respiración la pasada temporada, el dramaturgo y director Alfredo Sanzol ha devuelto la dignidad a la comedia escrita en español. Ahora vuelve a nuestro escenario para deslumbrarnos con esta pieza isabelina de leñadores y princesas, brillante e ingeniosa, desbordante de humor y talento. Frescura, humanidad de los personajes y sabia arquitectura escénica al servicio de una desternillante historia que bebe del mejor Shakespeare con claras referencias a La Tempestad, Mucho ruido y pocas nueces o Noche de Reyes. De la mano de uno de los mejores dramaturgos contemporáneos, ganador del Premio Nacional de Literatura Dramática y de un Premio Max, esta comedia romántica nos cuenta la historia de una reina (algo) maga que odia a los hombres porque siempre han condicionado su vida y le han quitado la libertad y sus dos hijas. Las tres recaen en una isla desierta en la que esperan no volver a ver a un hombre en su vida con la mala suerte de que en esa isla viven un leñador con sus dos hijos que huyeron allí para no volver a ver a una mujer en su vida. Aquí comienzan las aventuras, los enredos, hechizos, engaños, enamoramientos y confusiones. Seres mágicos, situaciones imposibles y amores posibles.
Texto y dirección
Alfredo Sanzol
Escenografía y vestuario
Alejandro Andújar
Iluminación
Pedro Yagüe
Música
Fernando Velázquez
Ayudante de dirección
Beatriz Jaén
Ayudante de escenografía y vestuario
Almudena Bautista
Producción ejecutiva
Jair Souza-Ferreira
Ayudante de producción
Elisa Fernández, Sara Brogueras
Dirección de producción
Miguel Cuerdo
Distribución
Fran Ávila
Fotografía
Luis Castilla, María Artiaga