El castigo sin venganza

Tras su aclamada puesta en escena de El perro del hortelano, la Compañía Nacional de Teatro Clásico toma de nuevo el escenario del Principal. Su directora, Helena Pimenta, vuelve a sumergirse en esta fiesta de la palabra y el ingenio que es Lope de Vega, en esta ocasión con la crepuscular tragedia de honor El castigo sin venganza. Una profunda reflexión sobre el poder, la justicia, la responsabilidad, el amor y el deseo, ambientada en el contexto político de las ciudades-Estado enfrentadas en la convulsa Italia de finales del quattrocento. El dramaturgo dibuja aquí un drama de honor conyugal donde los personajes, atrapados en la tela de araña de un palacio de susurros, espejos y secretos, se enfrentan a su conciencia con una intensidad desconocida. La belleza de los versos se alía con la aspereza brutal de los conflictos y con un delicado ritmo casi cinematográfico en que las escenas se entrelazan y yuxtaponen. Desoladora, hermosa, magistral, este canto de cisne lopesco mantiene hoy la implacable vigencia del arte de la tragedia: un lúcido viaje a nuestras propias sombras.